viernes, 5 de marzo de 2010

El problema del agua

Es inevitable que el futuro se vuelva el presente, más depende de nosotros volverlo el mejor. (Mauricio Coronado 2010)


Los bienes públicos suelen ser sub producidos desde la iniciativa individual. La causa de esto es el incentivo a no cooperar para su provisión pero sí disfrutar de sus beneficios, ya que un bien público por definición es no excluible y no rival. Entonces, el interés individual no lleva al grupo a una maximización del bienestar colectivo. Un ejemplo clásico de esta situación estratégica es el aporte financiero para algún proyecto como el mantenimiento de un sistema de abastecimiento de agua. Dicho recurso, escaso en el tiempo y el espacio, sometido a la vulnerabilidad de la degradación del ambiente, requiere de un manejo integral que muchas veces no es puesto en práctica. Según organismos internacionales como la ONU y el Banco Mundial, la falta de recursos financieros es la razón principal de que millones de humanos continúen viviendo en condiciones deplorables y aun privados de agua.

México es considerado como un país de baja disponibilidad del vital líquido. Según estimaciones, en 2005 contábamos con 4,573 m3 por habitante, una cantidad considerablemente menor a la que teníamos en 1910 donde la cantidad promedio era de 31,000 m3. Se estima que para 2030 sólo tendremos 3,783 m3 al año por habitante. Por otra parte, en 2009 el Sistema Cutzamala, la fuente más importante de abastecimiento de agua del Distrito Federal, alcanzó el nivel más bajo de almacenamiento desde su creación en 1972. Y muy aparte de las condiciones naturales, los usuarios no pagan el servicio. Cuesta 10 mil millones de pesos al año llevar agua a los capitalinos, pero sólo se recaudan 4 mil 500 millones por derechos de suministro.


En una encuesta del periódico Universal a ciudadanos del D.F., se preguntó sobre las tarifas del agua, 7 de cada 10 capitalinos no estaban de acuerdo con el aumento de las mismas, aunque 9 de cada 10 pensaban que en el futuro habría problemas con el suministro y un 50% de las personas opinaron que las autoridades son las responsables de solucionar el problema. Según resultados de la Economía Experimental, la comunicación es la institución más efectiva para promover la cooperación, pero su efectividad requiere la construcción de condiciones sociales previas (confianza, participación social, etc.). Las distintas autoridades ponen en práctica dichos resultados con campañas de concientización, sin embargo no es suficiente. También se llegó a hablar de aumento en tarifas, pero el hecho de que las suban no implica que la gente pague, ni que reduzca su gasto diario de agua y así mitigar la sobreexplotación de la misma.

Lo primero que se debería de hacer es implementar un mecanismo de coordinación que permita aumentar la probabilidad de que los usuarios paguen el servicio, luego, si se requiere, aumentar los precios. Un mecanismo que pareciera útil para lograr lo antes dicho es el prepago. Sin embargo, la infraestructura actual, no hace viable dicha política pública, pero al menos en teoría, al pagar cierta cantidad de agua, sólo se te proporcionaría esa, y nada más, reduciendo así la sobreexplotación del recurso. Claro, esto suponiendo que el problema del free rider se puede controlar (cero ordeñación de tuberías, entre otras cosas).

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